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En más de sesenta años de historia hay varias etapas que han contribuido con el crecimiento de la marca Piazzetta. Una de estas se produce en el 1982 con la introducción de los revestimientos de mayólica en nuestros hogares, estufas y chimeneas.
Los revestimientos cerámicos existían ya en el mercado de los hogares, pero se caracterizaban por baldosas cuadradas de pequeñas dimensiones, 30 centímetros por lado. Un alambrado de baldosas revestía a los monobloques: una solución práctica, pero lejana de los conceptos de elegancia y diseño que la empresa estaba comenzando a interiorizar. El concepto estético que la empresa quería introducir en el mercado era la de las grandes piezas de mayólica, faltaban las competencias para hacerlo.
Las primeras colaboraciones con algunas industrias productoras de cerámica dieron pocos resultados. Por lo tanto, se decidió crear un pequeño departamento de cerámica interno, asumiendo trabajadores preparados, verdaderos expertos en la materia. Los comienzos no fueron simples: no se podía encontrar la mezcla adecuada y la cerámica se rompía con mucha facilidad. Pero la empresa tenía un objetivo claro: Realizar el mejor y más innovador producto del mercado. Movidos por este fin, la investigación continuó y el resultado con esta.
Las estufas y las chimeneas Piazzetta se volvieron elegantes objetos de decoración, placenteros y acogedores. Meses de estudio e intentos han producido una receta infalible, transmitida todavía hoy para producir los majestuosos revestimientos de mayólica.
Nuestra mayólica es un compuesto derivado por una serie de arcillas y arenas cuidadosamente medidas y combinadas. entre estos ingredientes, los cuatro principales son el caolín, el talco, el cuarzo y la chamota. Estos elementos tienen una composición química precisa y variada cada vez, ya que no siempre derivan de los mismos sitios. Esta característica hoy se gestiona gracias a los instrumentos informáticos, a los inicios de nuestro recorrido en la cerámica ha sido una dificultad que solo la sabiduría y la experiencia de nuestros artesanos han sabido superar, reconociendo los diferentes tipos de arcillas solo al tacto.
Todos los componentes se mezclan con agua y fluidificante hasta alcanzar una consistencia definida, transmitida por los primeros ceramistas de Piazzetta a los de hoy. Después de tres días de reposo, el compuesto se inyecta en los moldes de paquete o fundido en los moldes de banco, según la pieza que se está realizado. La duración de la solidificación del compuesto varía en base al molde y a las condiciones ambientales, yendo de un mínimo de dos horas hasta un máximo de doce.
Posteriormente la pieza se deforma y se acaba a mano: una operación delicada porque el material solidificado todavía es muy tierno y las posibilidades para arruinarlo y comprometerlo son muy altas. por esto, nosotros elogiamos el trabajo de nuestros artesanos sin los cuales sería imposible presentar en el mercado productos únicos como nuestras estufas revestidas de mayólica.
En las piezas cocidas se produce el corte rectifica, el acabado de los bordes y el lijado superficial: entre operaciones manuales que exaltan todavía una vez las cualidades de nuestros artesanos. En este punto las piezas se esmaltan y cocinan nuevamente, para permitir la fusión del esmalte y su conexión a la pieza de cerámica. Cada esmalte tiene una propia temperatura de fusión y esto destaca el gran trabajo de nuestros artesanos para poder ofrecer más de 40 tonalidades diferentes para personalizar los revestimientos de cada uno.
Posteriormente se controla la conformidad de estas piezas a los estándares de calidad previstos, por lo tanto, son bridados y embalados o repasados. La decoración en las piezas que la prevén se produce con un esmalte similar al ya utilizado, pero que se cocina a una temperatura menor, aplicado con pincel en la superficie del esmalte: una verdadera obra de arte que se concluye después de un proceso largo de 15 días, que hace a cada pieza única y a su estufa un objeto de diseño sin igual.
Los revestimientos de mayólica son el fruto de un proceso que requiere mucho trabajo artesanal. Si de un lado esta característica ofrece valor en cada pieza, desde el otro puede presentar imperfecciones. Para cada defecto hay un umbral de tolerancia que evalúa la conformidad de las piezas, pero no existen productos descartados a priori. De hecho, cada pieza presenta defectos artísticos, típicos de este tipo de cerámica y, a su modo, contribuyen a la unicidad de cada producto. Grietas, astillas, succiones, ranuras y restos de pequeñas dimensiones son parte del trabajo artesanal de nuestros revestimientos y son peculiaridades que atestiguan al trabajo manual y tradicional que exalta el valor de nuestros revestimientos de mayólica.
Los revestimientos de mayólica están presentes en muchos de nuestros productos. Puede encontrarlos en estufas de pellet, de leña e híbridas y como revestimientos de stubotti y chimeneas. En las estufas de pellet, la mayólica es protagonista solitaria de los revestimientos de la línea Prestige, mientras en las otras líneas (Premium Plus, Premium y Trend) podemos encontrarla en combinación con revestimiento de acero.
Los revestimientos de las chimeneas se distinguen en particular para las elegantes decoraciones: las líneas Basic, Elegance, Luxury y Le Terre se diferencian para un refinamiento de los revestimientos cada vez mayor, alcanzando el estado de verdaderas obras de arte, marcos de la llama, cuadros de una habitación.
Cada estufa tiene su forma, perfiles curvos y cuadrados, lisos o con incisiones de bajorelieve, hasta llegar a las cúpulas de los stubotti y a los grandes paneles de algunas estufas híbridas.
Arte artesanal, estética moderna: los revestimientos de mayólica para exaltar las estufas y el ambiente en el que se introducen, una solución de diseño refinado para embellecer el ambiente de casa.